domingo, febrero 04, 2007

I won't have trouble in getting to Solla Sollew

And I learned there are troubles
of more than one kind.
Some come from ahead
and some come from behind.


A veces pienso que no hay cosa que me guste más en la vida que esas bancas techadas a mitad de la carretera para esperar el camión.


En la primaria, el mejor premio que se podía ganar alguien por portarse bien era llevarse a casa este libro del Dr. Seuss, I had trouble in getting to Solla Sollew. Un día enterito para leerlo, para tenerlo, todo tuyo; era la recompensa mayor.

En el libro había un monito manipeludo que, harto de la complicación, decidía dejarlo todo para viajar a Solla Sollew, el lugar donde no existen los problemas, pero veía que el camino para llegar era dificilísimo, como la vida. Al final el manipelido ganaba, claro. Aunque perdía, como en la vida.

El libro lo olvidé al salir de ahí y hace un año lo compré. Tenerlo se sintió como recuperar algo importante, pero eso es otra cosa. Antes de recuperarlo, el único recuerdo que me quedaba de lo entonces leído, era el momento en el que el manipeludo, después de caminar bajo la lluvia buscando no tener problemas, llegaba hasta una de esas paradas de autobús a mitad del camino y esperaba y esperaba y se hacía de noche. Solo y con miedo, el manipeludo se quedaba dormido y soñaba que iba a un granero con almohadas suaves como bombones donde podía guarecerse del frío y la tragedia. Qué felicidad encontrarlo, qué recompensa de todo el drama llegar a un lugar así para descansar, al menos.

La imagen era hermosa, todavía lo es. Siempre será la mejor, porque le pasa en medio de lo más terrible: Then I dreamed I was sleeping on billowy billows / of soft silk and satin marshmallow-stuffed pillows. / I dreamed I was sleeping in Solla Sollew / on the banks of the beautiful River Wah-Hoo / where they never have troubles. At least, very few.

Por eso no hay nada que me guste más en la vida que esas bancas techadas a mitad de la carretera para esperar el camión. Hoy vi muchas, además llovía, y me emocioné, como entonces, como siempre.

Me gusta que existan esas paradas más que nada en la vida porque pienso que cualquier día de todos los que camino bajo la lluvia y entre la desgracia, podría sentarme a esperar ahí.

Este recuerdo es mi granero con almohadas suaves como bombones, y me basta para guarecerme del frío y la tragedia. Y es, como el libro hace años, cuando me lo ganaba, toditita para mí.



But I’ve bought a big bat.
I’m all ready, you see.
Now my troubles are going
to have troubles with me!

14 comentarios:

Livi Jazmín dijo...

Este post es hermoso. Voy a imprimirlo y a guardarlo entre conchitas,caracoles y esas flores que llaman "dientes de león." Qué contraste, tu post tan feliz y el mío tan triste. Pero yo ya no estoy tan triste después de leer tu post.

Gabriela dijo...

Riddle me this
Riddle me that...

Who's afraid of the Big Black Bat?

Indigente Iletrado dijo...

Hace algunos años empecé mi educación sentimental con libros infantiles. En casa las buenas intenciones de mis padres me dieron acceso irrestricto al montón de libritos de colores con títulos raros, así que empecé con autores que no me ofrecían sitios felices (ingleses sanguinolientos o alemanes azotados, ya sabes) como el Dr Seuss. Ahora que pude leerlo me encantó, sentí una azulada nostalgia por nunca haber creido realmente (cómo sólo podría creer un niño) en aquellos libros que nos hacen soñar en paradas de autobuses, esperas imperturbables o paises con barcos piratas.

Snif.

Gran Fornicador dijo...

Post Bellísimo. Si me preguntas a mí, Solla Sollew está al alcance de la mano. Yo en lo personal he leido pocas cosas que alcancen la belleza de la imagen de las banquitas techadas. Pero ya saben que eso del significado es siempre personal.

Aldebarán dijo...

Ahora me doy cuenta del vacío...

casi me haces llorar, bujú

Love doctor dijo...

Ay, no mames, los links están bien bonitos!! A mí me gusta ver a la gente que espera en los andenes del metrobús.

isis dijo...

Acá la e-sis le saluda. "Lejos de Dios"...
Está bonita la palabra "manipeludo".

Sv Alteza dijo...

ay què bonito se siente que le digan a una que la aman, yo tambièn te amo y mis bajos instintos lèsbicos tambièn me nacen para ti, no no màs para livi. a mì me encantas tù porque tus letras son la medida perfecta entre oralidad, profundidad y banalidad cotidiana.

The Coffee Lady dijo...

Hey niña! Gracias por avisarme... ya sabes, te expliqué vía email.
Ya es público de nuevo (como un blog debe ser, insisto).

Espero tu respuesta a mi última cuestión y gracias por avisarme.
"Te debo una".

Un beso!!

Livi Jazmín dijo...

Graciela y Gabriela wawawa ¡nooo! No se amen porque los celos me corroen. Más les vale que lo suyo sea sólo una aventura (especialmente a ti, Chela, te estoy viendo con mi ojo desviado)

Anónimo dijo...

Los caminos tienen la magia de ser lugares "de paso" Ya no estás donde estabas y todavía no llegas a donde vas, por lo que todavía todo puede ser en potencia, no ha llegado la realidad a establecer límites, a matar posibilidades.

Luis Ricardo dijo...

Por qué los cuentitos en español no riman.
Bello es, pero feliz este post non est. Ahora viene la rima. Graciela espera el camión / a la orilla del camino / en un techito lluvioso

Luis Ricardo dijo...

¡bomba!

Anónimo dijo...

Cuanta belleza... siempre llego tarde a tus post... como tarde llegué a tu blog, como tarde era cuando, por medio de Livi, te dije que tu blog es una obra de arte.
Concido con Livi de nuevo, ¡es hermoso este post!