Por primera vez en mi vida no tengo un trabajo que considero menor (porque soy profundamente soberbia) ni un trabajo que considero imposible (porque también soy profundamente incapaz).
Por primera vez tengo un trabajo que sí me gusta y que sí puedo hacer.
La vida está pasando, la vida de verdad, de verdad está pasando. Y además de profundamente incapaz y profundamente soberbia, en este momento soy profundamente feliz.
Lo voy a repetir tanto como se pueda antes de que ya no sea cierto.
Fiesta, mi emor.
Fiesta mientras se pueda.