La verdad, lo bueno de tener un blog es que cuando me emputo con la vida puedo venir acá, borrar el template y sentir que tengo el poder de desaparecer algo.
Lindo, sí, muy lindo, porque la gente también emputa y sin embargo uno se tiene que aguantar su presencia siempre, sus regresos, sus fastidios, sus nunca irse, siempre. Bueno, caramba, nomás falta que sí vengan con un botón de delete y sólo a mí no me lo hayan querido enseñar.
Pero como sea, mientras tenga esto, guardo el culposo placer de que aún existe algo que está bajo mi control, a mi merced. Menuda victoria para mis instintos incendiarios, pero a falta de algo mejor.
Pero como sea, mientras tenga esto, guardo el culposo placer de que aún existe algo que está bajo mi control, a mi merced. Menuda victoria para mis instintos incendiarios, pero a falta de algo mejor.
Ah, pinche pinche gente, ¿por qué no pueden ser menos como ustedes y más como un blog?