miércoles, septiembre 26, 2007

Y de los grandes, enormes recuerdos

Màs allà de la admiraciòn (o en el justo centro de ella), es impresionante descubrir(me) que hay personas a las que, estèn o no estèn, cambien o se pierdan, siempre voy a amar.

This is our last dance
this is ourselves
underpressure

Màs de las luces que se apagan

Switch turned to on. ¿Dònde duele? En ninguna parte. Todo viene de la incapacidad de sentir algo que no sea estas ganas de hacerme piso, de estar menos. Duele. Pero no. Yo no sè dònde queda la propia vida cuando lo ùnico que has apendido es a observar la de los demàs. Observar. No es que quiera conocer otro mundo distinto (para què, si tengo el mejor de los mundos posibles -metafòrica y lietaralmente-), es que salen brazos que me jalan y despuès me dejan sola. Desolaciòn. Es otra cosa, es estar perdiendo el tiempo, perdiendo a las personas equivocadas, perdièndome en ganarme o encontrarme lo que no me interesa, quizà, quizà, quizà tener. Para abajo. Y es que veo a quienes estàn tan adentro de sì mismos pero pueden salir y observarse, contarse, mirar al otro (puta, al otro) a los ojos y decirle: mira, estoy tan adentro que no puedo salir a decirte nada de mì. No, no lo digo por Ti. Valiendo madres. Cuidado: no soy lo que quiero ni lo que parezco. Disclaimer. Cosa difìcil lo de los pensamientos indiscriminados, random thoughts, esto de escribir sin parar, esperando una respuesta (a preguntas, claro, nunca hechas) y no encontrar màs que a un pobre perrito corriendo en cìrculos en la persecuciòn de su cola. Luego cometer errores. Quiero decir, cometer acciones (las cuales no pueden sino cometerse, como "el acto") que se convienten en errores. O no. ¿Dònde duele? Duele en el justo punto del ojo que te ve, ese ojo que es tuyo pero putamente te observa desde afuera mientras te quejas de las cosas que te pasan y el lugar el donde estàs (pase lo que pase y estès en donde estès). Despuès viene arrepentirse. Es como si el ciclo no se completara si al final no queda un dolor espantoso y las ganas de no haberlo vivido ni haber estado donde se estuvo con lo que se viviò. Parece increìble pero la gente se muere. ¿Por què no podrè llorar? Creo que un llanto claro y sincero, que me corte la voz mientras hablo las mismas pendejadas cuacuantes de siempre podrìa explicarlo todo a la perfecciòn. Me rìo cuando a alguien me pregunta si no lloro porque tengo un problema en los lagrimales. Me gustan las dudas sinceras. Me gusta, sì, eso de la sincerdidad. Y sin embargo. Morirse (pensè en decir: "jaja, morirse"), pero no. Yo sì me quiero morir. Maldigo todas las cosas en las que creo, esas de las que yo solìa pensar (y lo seguirè haciendo, mañana, despuès de hoy, ya sè) que eran mi salvaciòn, pero no (ahora, aquì, ya sè), no son sino mi jaulita que me guarda, conociendo la sentencia, mientras llega la condena. Hay cosas que no me gustarìa hacer y hago, hay cosas que me gustarìa hacer y no hago. Hay cosas que no me gustan. Lo que pasa despuès de lo que queda. ¿Por què no sè hablar? Me gustarìa tener un amigo imaginario. No me gustan las palabras amor, soledad, suicidio. Y sin ardidez, es que son espantosas. A mì me dan cruda moral. Marmota, Tejòn, Cucurucho. Hermosas. Alegrìa, esa tambièn es buena, vale la pena. ¿Cuànto tiempo tendrìa que pasar con Alegrìa para pensar tanto en ella como para darme cuenta que en realidad no es tan buena? Ya sè que yo no lo sè ver. Soy el problema pero soy lo que tengo. ¿De què lado me voy a poner? Cansada, sì, pero no hay tal cosa como un switch off. Ya no puedo, gracias por todo pero renuncio, quizà quizà (sì, ahì, en alguna parte de la espalda, a veces en la cabeza y extrañamente en algun sitio entre los dedos del pie, està el botòn), vuelvo despuès. Switch turned to off.

Outsiders

It's summertime and I can understand if you still feel sad
It's summertime and though it's hard to see it's true
*possibilities*
When you look inside all you'll see is a self-reflected inner sadness
Look outside, I know that you'll recognize it's summertime

miércoles, septiembre 19, 2007

(F)utilidades

Foutaises. En ver la traducción se puede comprar como si fuera un aime/n'aime pas, pero mejor quedarme con la idea de futilidades. Foutaises. Me gusta la nueva palabra que aprendí. F. Foutaises.

Elle aime son nouveau mot. Elle n'aime pas écrire dans un languaje qu'elle ne connait pas assez (beaucoup).

Siempre he querido hacer una de esas listas de likes and dislikes, poder dar constancia de las cosas buenas y las malas, atraparlas (esa necesidad tuya de asirlo todo, ojos negros, piel canela, que me llegas a desesperar), me gusta la tinta roja sobre papeles viejos apoyados en una mesa de esas maderas cuyas vetas parecen ojos, pero me detiene el qué diré si al final me descubro entre las manos un libro de cabecera. No me gusta Greenaway.

Foutaises: lugar común. Pero las futilidades, por poco (nada) prácticas, son hermosas. Me gusta lo hermoso (pero me da miedo). Temo ser el cliché de quien no quiere ser el cliché de los que hacen listas de likes and dislikes. Sé que les pasa a todos (ea, otra vez me lugacomuneé). La verdad, no me preocupa, pero sé que debería preocuparme y me preocupo por preocuparme y entonces, como sin buscarlo, encuentro el fin de las preocupaciones en la boca de las cosas bellas.

Ray Loriga lo hizo, grande; Jeunet con Dominique Pinon, otra vez, y viéndolos el corazón me va de pequeñito a enorme. Qué sentimiento desproporcionado este de no saber bien a bien qué sentir. Debe ser la belleza.

Y, entonces, me gusta cuando encuentro las palabras y el espacio para decirlas; no me gusta no poder escribir todo lo que quisiera, porque me sobrepasa, pero sobre todo, porque se queda. Perdón, otra vez me voy a desperdiciar, pero algo gané, algo enorme de tan pequeño, la certeza simple de que al final (de entrada y en todo el transcurso, aún cuando de pura cotidianeidad no lo vea) soy sólo una lista, larga y clara, de likes and dislikes. Quizá vale la pena no pasar corriendo e incluso admitir que, bien mirado,

I like the arrival of the words... The End.

martes, septiembre 18, 2007

Segunda historia / cualquier parte / escapo, no escapen

Debe ser esto: el día tiene demasiadas horas como para poder aferrarme a una misma idea, a un sentimiento continuo. Imposible (porque ahora estoy triste) pensar en tener un plan que no parta de mí, me inlcuya, me refleje, me cause, me consecuente y me a mí, porque es lo único que puedo hacer con las horas. Soy lo que tengo, pero por lo(s) demás, siempre queda improvisar. Ya tuve mi fiesta, y tampoco es que me importe tener que enfrentar lo que venga (porque ahora estoy contenta). Agradezco.

En los momentos felices, la corte ñoña (sweet scape, sweet scape) me vende, por ejemplo, canciones que yo no quisiera comprar, pero estoy en barata y hago un descuento (en toda la oferta), por las horas, por los años, por la vida de cariño hacia ustedes, porque siempre están (y con esto estoy feliz).


Y luego, al final, ahorita (cierre de temporada horaria del día, se acaba la tarde, empieza la noche, ¿qué se sentirá?), me queda esa sensación de poder estar yo también siempre, para ellos y para los otros, mis lejanos*, con plena conciencia de lo que se siente aquí adentro, aquí en medio, porque de pronto, cuando todo se aclara (o se mirifica, vaya a saber), nada es más grande que poder saberlos aquí, que lo sepan ustedes, y estar de vez en vez (un poco, poco, me basta) allá.





En este capítulo (feliz) Palinuro visita playas de Tijuana gracias a Pirer.




*Que deben saber quiénes son, y si no se ven aquí, qué grandísimos burros, no han entendido nada pero nada bien.

El resto de las luces sí se apagan

Nadie va a salvar a nadie. Nadie quiere a Milhouse. Ojalá me dieran a escoger, aunque si así fuera no sabría qué preferir, si no tener que dormir nunca o poder dormir siempre. El fastidio está en las transiciones. Primero a darle con lo de dormirse: bueno, ya, es muy tarde, tic tac (yo ya no quiero seguir todas las noches vigilando cuándo voy a dormirme, cuándo), y después de muchos intentos, cuando se consigue, apenas y sólo entonces: despertar, y con lo difícil que es. No tiene sentido alguno, no para mí. Yo quiero vivir de corrido.

¿Dónde está mi fast forward? Entiendo que hay que pasar por las cosas, vivencias, que les llaman, pero por qué no está esa opción que hay cuando se tiene que cruzar un pasillo oscuro y propenso a los monstruos de pasar corriendo, sin sentir, sin ver. Yo quiero vivir de corrido y a veces corriendo.

Si me pongo a pensarlo mucho ya ni sé qué me duele; si me asusta lastimar, que me lastimen o que todo sea cierto o que todo sea falso o que sean posibles los términos medios. El problema es que lo que quisiera tener de buena lo tengo de pendeja. Y peor que haré cosas sobre aviso y con qué claridad veo dónde terminaré. Ojalá de menos sirva de algo y a alguien le dé un poquito de gusto mi infelicidad. There she goes, there she goes again.

Pero eso, claro, es sólo si me pongo a pensarlo mucho, lo que también puede ser una perdedera de tiempo. Vamos, vida, que quizá me sorprendes y todo termina bien. Que al final a nadie le duela lo que sea que a mí me esté doliendo justo ahí, en el plexo solar, aunque tal vez, tal vez, no se trata de pedir. Tal vez Graciela tenía razón, siempre la tuvo. Nadie quiere a Milhouse. Tal vez sólo se trata de esperar.


(Pero, ya en serio, ¿dónde putos está mi fast forward?)

sábado, septiembre 15, 2007

Segunda historia / primera parte / antiguedades viejas / todo aquí es novedad

Se me ocurre escribir esto solamente para aquí:

Cuando niña, si el miedo por las noches se volvía insoportable, solía imaginar que estaba aún en el salón de clases, entre todos los niños a los que no les pertenecía, con los que no encajaba, y sin embargo escuchar (imaginar) sus voces, sus risas, saber su presencia me daba tranquilidad.

Quizá nunca ha sido el miedo a los monstruos, quizá siempre la peor amenaza ha sido la soledad.



Pero lo escribí primero en otro lado. Es que yo ya no logro entender. Todo es nuevo. No necesito una historia para contar. Y es que no tengo que aceptar lo malo, porque puedo elegir y esta vez no será I choose not to choose, sabes que te elijo a ti.



Todo tiene la grandeza grave de tu corazón (sí)
pero es demasiado fuerte para alcanzarte a ti (no)
tengo lo que más se parece al amor (es que, vamos, es el amor)
y no sé si realmente es la soledad lo que llevo aquí (no, no lo es)

miércoles, septiembre 12, 2007

Ya voy. Arreglo últimos templete. Osvaldo cosita. Gracias Rosángela. Gracias Alex.