viernes, julio 23, 2021

EMHDM

El otro día me leyeron las cartas y si esas cosas no son ciertas, ¿por qué me revivieron un muerto?

La pitonisa me preguntó que quién era ese hombre que no he soltado en diez años y yo me pregunté qué estaba haciendo en 2011: estaba llorando en una banqueta por El Mejor Hombre del Mundo. EMHDM, para no quitarte tu tiempo.


Hace diez años estaba decidiendo irme a otra ciudad porque no tenía caso quedarme en un lugar donde de todos modos no quería estar si ni siquiera me sostenía la posibilidad de que EMHDM me quisiera.

Hace diez años que me pregunto dónde deposito la basura orgánica que es esta necedad de seguir queriendo.

Si es cierto que nadie puede entrar en este precioso corazón de diamante mío, también es verdad que hace diez años le construí una casa a EMHDM en la puerta, y a esa casa siempre la ha habitado un muerto.


***


EMHDM no es el mejor hombre del mundo. Es un hombre de un mundo al que no perteneces.


Ya, suéltalo.




lunes, julio 12, 2021

Ser gorda no era una personalidad

Me da cringe el cringe que me daban las gordas que hacen de ser gordas su personalidad. Esto y aquello porque gorda. Mi ropa de gorda. Mis fotos de gorda. Mi vida de gorda.

Pero pues es que sí son gordas.

Sí somos gordas.

Sí soy gorda.

Mi ropa y mis fotos y mi vida son de gorda.

Me doy cringe cuando lo enuncio, porque me gusta creer que soy muchas más cosas además de gorda, pero me da más cringe pensar en los años que he pasado intentando existir sin mencionarlo, para no molestar, para no incomodar, para que la pobre gente no se vea en la penosa necesidad de decirme que no estoy TAN gorda o que sí pero bien acinturadita o que mis amigas no tengan que señalar sus propios defectos, su panzota que es pancita normal y sus aguados y su celulitis e incluso una vez tuvieron chubrub tras caminar tres días en el desierto y querían llorar, como para que yo no esté triste por estar gorda porque la sociedad es horrible para todas las mujeres de todas las tallas y todas sufrimos igual.

Pero yo estoy gorda y no estoy sufriendo. Estoy en un proceso de no sentir cringe por no estar sufriendo por estar gorda, por decir que lo estoy, y ese proceso está sólo en mis manos, pero esta recién descubierta capacidad de existir sin la pena profunda de incomodarlos con mi gordura no se la debo a nadie más que a las gordas que hicieron de ser gordas su personalidad.

Perdón por sentir cringe por nosotras.

Perdón por no tener una palabra mejor que cringe.

Gracias por enseñarme a estar como estoy. Y estar en paz.