martes, septiembre 30, 2008

¬¬ de la vida misma

Total que con la intervención divina de San Rafael, San Gabriel y San Miguel, sus arcángeles de confianza con los nombres preferidos de ayer y hoy, otra vez fue cumpleaños de mi papá, y ahí estamos festejando el hecho en el jardín cuando llega el momento de las fotos. "Una a nosotras", pido acercándome a Any, media hermana y rubia superior. Clic, hace mi papá con la cámara y observa en la pantallita cómo salió. "No, Nachieli (ajá, yo) salió mal, como con la cara chueca". Se repite todo, pero ahora ya no busco gestos fotogénicos porque no me gustó el veredicto de la anterior. "Ahora sí salió bien", dictamina. "A ver", y tomamos la cámara. Vemos la última: bien, normal. Luego la otra: también la veo bien, o sea, normal. "¿Qué tiene de mal la primera foto?", le pregunto a mi papá. La observa y aclara las dudas

- Pues ve nomás, ¿por qué torciste la cara así?

- Estaba sonriendo

- Ah...

5 comentarios:

Lata dijo...

wooooooooooow... Buen post.
Chale...

Te descubrí por un blogroll, del gran fornicador. je.

Anónimo dijo...

mmmm... cinnamon rolls?

Oies, asì iwalito le pasaba a Merlina... pobrecita.

Oliva León dijo...

Aleluyaha, Nachieli (!) ha posteado again. A mi me pasa al contrario, yo siempre quiero salir seria en las fotos y siempre me dicen que sonría. Pero NO lo hago.

Love doctor dijo...

Jajaja, es que cómo no vas a sonreír con la cara chueca si tu jefe te dice así (naaaaah, es bromirri).

Erick dijo...

Bueno, Beauty lies in the eye of the beholder ¿no? jajaja