miércoles, febrero 13, 2008

Nadie encendió las lámparas*

Veo un foco y es como la vida.

Me acuerdo de una parte del cuento de Felisberto Hernández (Nadie encendía las lámparas)

Los invitados empezaron a irse. Y los que quedamos hablábamos en voz cada vez más baja a medida que la luz se iba. Nadie encendía las lámparas.

Yo me iba entre los últimos, tropezando con los muebles.


que leí por algo de Vila Matas (el único con la -ridícula- osadía de usar en serio la frase esa sobre la vida)

A veces juego a pensar que nadie en mi casa enciende las lámparas. A partir de hoy, tras haber recuperado la memoria del cuento incompleto de Felisberto, jugaré también a irme el último tropezando con los muebles. Me gustan mis fiestas de hombre solo. Son como la vida misma, como cualquier cuento de Felisberto: una fiesta incompleta, pero una fiesta de verdad.

Después, una cosa lleva a la otra y ésta a otra y otra hasta que llego al tope. Ahora es el momento en que (siendo casi un no constante, dejándome incompleta, sabiéndome la de las fiestas sola, la que siempre -en la vida- se va entre los últimos, tropezando con los muebles) si pudiera llorar, lloraría.

Y si ya llorando me preguntaran razones

no podría decir si es de tristeza

o de felicidad

o nada más por no dejar.

*pero hay luces que nunca se van a apagar

7 comentarios:

Erick dijo...

Hermosa imagen, hermoso sentimiento. Indefinible, como todo lo bello.

ni_mini dijo...

pero de noche todos los gatos son pardos así que mejor no se enciendan y todos nos vemos mas guapos

Exquisita Criatura dijo...

ai, niña... yo si q he estado en esas fiestas... nomas q lo malo es q se acaban tan tempranito.

y todos se callan.

Gabriela dijo...

Oye, yo no tengo tele ni acceso a las supernovelas de televisa/tv azteca y el unico /mejor arguende que me puedo conseguir son los agarrones de Sofía con el anónimo putín de Niche diche diche.

Ya mejor leo los encabezados de las noticias de msn y los Rolling Stones advierten sobre el uso de las drogas: Podrían tener 20 años de por vida y a los 846 ser vocalistas de una super banda y además tener las mejores viejas/coches/mansiones/y así.

Ash.

Anónimo dijo...

Lo mejor es hallar alguien con quien las lámparas sean un adminículo prescindible:

Ciertas luces apagadas
iluminan más
que las luces encendidas.

Hay lugares donde no es preciso
que algo esté encendido para que alumbre.
Pero además hay cosas
que se aclaran mejor con las luces apagadas,
como algunos estratos oblicuos del hombre
o algunos rincones que se instalan subrepticiamente
en los espacios más abiertos.

Y hay también una intemperie de la luz,
una zona despojada y ecuánime
donde ya no hay diferencia
entre las luces encendidas
y las luces apagadas.


Roberto Juarroz

diamandina dijo...

erick, eso, la imposibilidad de definir, a veces pesa. demasiado grande.

lovespitlove, jaja, sea por lo mejor, ea.

exquisita, y nadie enciende las lámparas, necios.

gabriela, jaja, los blogs como telenovelas, eso, otro de los poderes que nos da, además de la autoridad para opinar en vidas ajenas, ya sabrás.

anónimo, uy, Juarroz me trae unos tiempos muy lejanos, muy mejores, gracias por la cita, y sí, eso es (sería) lo mejor.

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Andrómeda,

"¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las lámparas!
¡Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!"

Charles Baudelaire