domingo, marzo 20, 2005

La sabia naturaleza - Lección 2

Casi nunca me como una fruta sin antes partirla a la mitad y observar cuidadosamente su interior. Nunca se sabe lo que una fruta puede llevar dentro.

Y así con todas las cosas.

Mire y aprenda: Una vez mi mamá mordisqueó una manzana, después decidió darle la mitad a alguien y, sosteniéndola entre sus manos, la dividió con un cuchillo. Al momento de separar las partes, un gusano grandote cayó sobre el plato haciendo haciendo este ruido: "¡plas!". Hasta ojos tenía ¡qué barbaridad! y con ellos nos observaba retoricéndose entre los restos de comida, burlón.

Conclusión: Qué maravilla poder partir a la mitad a personas y situaciones para tirar a la basura a los engusanados antes de mordisquearlos, de tragarlos casi por completo, de descubrir algo extraño, disgustante, casi al final y escuchar "¡plas!".

12 comentarios:

Anónimo dijo...

tú dices como el gusanito de la curiosidad?

Carolina Zorrilla dijo...

¿gusanito de la curiosidad? ha de ser el gusano del putrimundo, ojalá pudiéramos, ojalá.

e dijo...

Tanta precaución me provocó dolor de estómago (y náusea).

Yo prefiero las manzanas que traen gusano por dentro, nunca van a misa y provocan dolor de cabeza de vez en cuando.

Lo mejor empieza cuando descubres el gusano demasiado tarde...

Alfredo Mora dijo...

uuuuuuuuuy. nomás me imagine el "crack" de morder la manzana "all inclusive".

es mi nombre Berenice dijo...

Mmmmmmhhh, partiría a tantos. Seguro mi narratario tendría hartos gusanitos.

Unknown dijo...

Que asco!

Pero cuanta razón tienes, ojalá pudieramos conocer el interior de las personas...

Aunque en todo caso, creo que si pudieramos conocer el interior de las personas, viviríamos todos como islas porque seguramente algo de los demás no nos gustaría.

Malakatonche dijo...

Mmm, manzanas...

Peor tantito, abrir un huevo en la sartén, y que este embriónico.

yuc.

El Mareo dijo...

No mah, ¿a poco te ha pasado?
A ver, cuenta.

Malakatonche dijo...

Primera señal de que es embriónico: la maldita sangre.

Segunda señal: la peste que el freir esto conlleva.

Si eres un maldito maniático, puedes acercar la cara para darte cuenta de lo parecido que es a un gusano, pero con los ojitos negros, la apariencia grisácea que va tomando de la freida, las vértebras y el conato de pico...


Comidi-ta.

e dijo...

Mmmmm..

¿la habrán secuestrado?

El Mareo dijo...

No, se fue de vaga. Pero debería regresar un día de estos, si es que no se pierde.

(Puede)

Alguien dijo...

nos fuimos de vacaciones en monopatíinnnn!!!!

ya, ya llegaste, ya escribe. oyessssssssssss que siempre sí queremos cuento, pero que sea infantil, así va.

qué? háblame, no? o bueno, yo te hablo, alo mejor mañana, no sé, beuno si no, te veo allá, voy a casa de Pérez, no sé, adios.


ahhhh!! y te llevo tu libro!! ay qué bonito libro! gracias!!