(porque los viejitos son más achacosos que las viejitas, sépalo)
Todo el día tengo sueño. Si no como me duele el estómago y si como también. Si mastico cosas duras se me atora la quijada. Una vez me dio gripa y un oído se me reventó. Una vez bajé un escalón y se me rompió un pie. Una vez me tomé dos vasitos de algo con Torres y vomité. Manejo a una velocidad constante de 50 km/h aunque nadie más haya en la calle. Me dan miedo las multitudes y los lugares con mucho ruido. Paso los fines de semana viendo películas compradas a Hallmark por Cine Permanencia Voluntaria del 5. Me angustio con las problemáticas de Lo que callamos las mujeres. Me enojo fácilmente. Las cosas se me olvidan y hago citas que no cumplo. No estoy en onda. Vivo de rutinas y paso la vida hablando de acontecimientos antiguos pues nunca me ocurre nada nuevo (y ni quiero).
Eso no está tan mal, sólo que sería bueno ya tener 80 años para no estar fuera de lugar y dejar de ser criticable e irrisoria. Pero, aunque no los tengo ni los tendré pronto, todavía queda una esperanza para mí. Así como ya dejé bien en claro para quienes me quisieron acusar de perezosa que lo mío es cansancio crónico, diré en adelante que ésto de lo que hablo es una progeria anímica que hace que me funcione todo mal.
-Pinche Graciela amargada.
-¡Es la progeria, es la progeria!
Estoy enfermita. Déjenme en paz.
6 comentarios:
Ay, Graciela. Así como lo pones a mí me dan ganas de ser viejito achacoso y gritar improperios a los jovencitos desenfrenados, luego quedarme dormida y que se me resbale la dentura y caiga al piso estrepitosamente.
Y así, estaría en onda.
Según yo, estamos en onda.
quizá haga falta hacer el viaje para reencontrarse con el cuerpo perdido y ver las estrellas sentados en una hamaca para los dos...
jeje. Eres realmente buena, Trenzas. Me cae que sí.
Jajaja, amén. Este post está tan fuera de onda que está en onda. No le haga mucho caso a eso, es que si me gustó mucho.
Algunos viejos son chidos, sobre todo los que son muy rabiosos o deliran y dicen incoherencias sacadas de quien sabe donde. Ojalá usted vaya más para allá y menos para lo de "lo que callamos las mujeres". Y si lo que se tomó usté con Torres era una botella de limpiador de baños, lo del vómito es normal.
Es muy elegante esto del envejecimiento prematuro, lo cual a mi me deja como viejito rabo verde (que es una de las máximas aspiraciones en mi vida).
La progeria es la onda, gimme five.
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